El 30 de enero se celebra el Día Escolar de la Paz y la No Violencia, un día dedicado a fomentar la paz y la no violencia en las escuelas y en la sociedad en general. Por ello en Material Educativo compartimos esta guía que se centra en la prevención como forma de protección frente a la violencia.

Creemos que es necesario vacunar a toda la sociedad, lograr que cada persona reflexione, que sea capaz de ver la violencia que nos rodea y que afecta a miles de niños y niñas cada día, muchos en nuestras aulas y nuestros barrios.

Puedes descargar  aquí 📥 A salvo en la escuela. Aprendiendo en entornos protectores

Desde 2013, UNICEF trabaja en una campaña mundial para poner fin a la violencia contra la infancia. A través de #EndViolence se coordinan acciones de sensibilización, incidencia, intervención y formación para lograr que un mayor número de personas, incluidos los propios niños, niñas y adolescentes, sean conscientes del daño que produce la violencia en las vidas, la salud y la  educación de la infancia. Más de 90 países se han unido ya a esta campaña, en la que la educación tiene un papel clave.

Una educación libre de violencia es un requisito incuestionable en una sociedad democrática: las aulas no pueden ser lugares donde los alumnos se sientan inseguros, los contenidos didácticos tienen que estar  libres de ideas que apoyen o justifiquen la violencia, los centros educativos no deben ser objetivo de ataques y la  convivencia escolar no debe ser fuente de estrés, angustia o inquietud para el alumnado, el profesorado y las familias.

Todas estas cosas deben estar fuera de los centros educativos y es necesario que lo reconozcamos y promovamos.

Sin embargo, si queremos impulsar una educación en derechos de infancia, debemos esforzarnos en ir más allá. No es posible una escuela libre de violencia en una cultura violenta y para lograr una sociedad respetuosa de la paz y de la convivencia, la educación es clave. La educación puede ser la vacuna contra la violencia que todos esperamos.

Ojalá acabar con la violencia fuera tan sencillo como poner una vacuna que nos inmunizara contra ella para siempre. La vacuna que proponemos no es una vacuna que se toma, sino que se piensa y nos permite encontrar en nuestro interior el camino de la no-violencia. Porque no hay una fórmula única y universal para construir la paz, sino que son los conflictos a los que nos enfrentamos cada día los que ponen a prueba nuestra capacidad para educar, aprender y vivir en paz.